lunes, 27 de agosto de 2012

sábado, 25 de agosto de 2012

POEMA INVERNAL

Flota mi lengua en el umbral de sus labios
paladea con ansias de revolución su boca trémula
irisada de anís, bermeja ensoñación en las marismas de la tarde.
Y allí surge el deseo, como un géiser inapelable,
e irrumpe en los meandros de la carne
hasta inundar de lava su sigiloso cráter.
La carne trémula, bermeja, palpitante,
horadada a la hora del crepúsculo

como una corola de espuma y de sangre.
Pero ya mi lengua yace muda, circular y errante,
y ahora flota entre sus labios
a la luz de un crepúsculo innombrable.